Alumnos de instituciones educativas fueron trasladados hacia sus domicilios por los Bomberos.
Cuando la naturaleza se hace notar, es allí donde aparece el espíritu solidario de personas que pertenecen algunas a instituciones, otras particulares, pero siempre dispuestos a dar una mano a quien más lo necesita.
Es sabido que una tormenta causa cierto temor en los pequeños, qué pensar si ellos están asistiendo a clases y no pudiendo sus padres retirarlos antes de que inicie este acontecimiento climático que atemorizó también a sus maestros, viendo ingresar el agua en partes del patio de la institución y las aulas, ya que la lluvia era abundante y el viento castigaba los vidrios de las ventanas, agravado esto por el granizo que golpeaba con fuerzas los techos de la institución que tienen chapa.
¿Qué hacer en este caso, cuando los chicos ya se quieren ir con sus padres, estos que no podían concurrir a buscarlos porque no todos poseen vehículos, algunos se movilizan en motocicletas o en bicicletas llevando y trayendo a sus niños?
Solo una respuesta surge, “llamar a los Bomberos de Las Breñas” y sin dudas esta es la mejor iniciativa, puesto que son escuchados, atendidos y solucionados sus pedidos una vez más, como ocurrió en la tarde de este lunes.
La iniciativa desde los docentes fue llamar al Cuartel de Bomberos Voluntarios de Las Breñas para solicitarles si tal vez ellos podrían alcanzar a unos pocos niños que quedaban en la Escuela de Educación Primaria Nº 195 “Profesora Alicia Torres Lara”, y los servidores públicos no dudaron un instante en enviar un móvil hacia la institución educativa.
Una vez allí, solo restaba que los infantes abordaran el inmenso camión de Bomberos Voluntarios para ser llevados a sus hogares, sintiéndose protegidos y cuidados por estas personas que sin recibir nada a cambio realizan esta labor voluntaria, sin saber a veces como están sus mismos seres amados en sus domicilios.
“Altruismo” es la palabra más adecuada para este tipo de acciones desde quienes son nuestros Bomberos Voluntarios, gente anónima que realiza su trabajo y se retira dando la mano y quedando siempre a disposición, y recibiendo ese “gracias” que llena de orgullo y satisfacción personal, porque solo es eso, saber que se pudo ayudar a alguien en una situación difícil, y que solo ellos saben el secreto de ese gesto solidario.