Breñenses valerosos

Toda comunidad tiene ciudadanos que se destacan por alguna actividad especial, sea la cultura, música, religión, o simplemente por ser parte de instituciones.

Nuestra ciudad tiene muchas personas que han tenido recalcada actuación deportiva en diversas disciplinas y reconocidos hasta a nivel internacional, otros que desde el arte o la música han demostrado ser verdaderos artistas de renombre y logrando llevar su arte a distintos puntos de nuestro país e incluso, a otros donde son muy reconocidos.

Otros ciudadanos simplemente se caracterizan por ser solidarios y anónimos, pero que a la vez todos los conocemos porque son amigos, hermanos, familiares o participan en eventos sociales como toda persona, pero que realizan trabajos que muy pocos lo harían desde el altruismo, las ansias de salvar vidas o bien custodiar los bienes de gente desconocida para ellos.

La mayoría de las veces actúan para bajar ese temerario gato de un techo, o el loro de doña “Petrona” que no quiere bajar del paraíso, otras oportunidades cachorros que han quedado atrapados en las alcantarillas inundadas, o como sucediera en muchas oportunidades arriesgando su propia vida para poder salvar a otros vecinos, sus propiedades, vehículos, herramientas de trabajo.

Esas personas que sin importar haber desayunado, almorzado o tomado un mate con sus seres amados, se debaten entre lo ideal y la realidad que vivimos en situaciones adversas y no midiendo consecuencias, solo servir a sus “hermanos desconocidos” que necesitan una mano.

Nuestros Bomberos Voluntarios, personas comunes que las ves todos los días y no les prestas atención, en momentos donde está en riesgo tu vida ellos estarán dispuestos a ofrecerte la mano y que puedas levantarte si estas caído.

Ya en el mes de enero han hecho un trabajo encomiable, pero ante este nuevo fenómeno climático una vez más subieron a sus móviles para rescatar a decenas de familias que necesitaron esa amable y calurosa mano para subir a los vehículos y recorrer ese camino cubierto de agua hasta finalizar en ese centro de evacuados donde serán albergadas, y hasta a veces no siendo recompensados con un simple “gracias”, ese combustible necesario para continuar sus labores desinteresados.

Cuidemos a estos anónimos conocidos, reconozcamos su labor y seamos agradecidos por semejante trabajo que hacen por cada uno de nosotros.

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